Este Girona es mucho Girona

El FC Barcelona jugó con fuego en su propio patio ante un Girona que vive en esos típicos sueños en los que uno jamás quiere despertar. Los de Míchel impusieron su rigor ofensivo cuando tocó atacar y defensivo cuando era el momento de replegarse. Esos equipos que llenan estadios, ese tipo de plantillas que se ganan ese respeto futbolístico que tanto impone a sus rivales. Hasta la fecha, son 13 citas ganadas, 41 puntos y una sensación de éxito que no le cabe en el escudo (por muy grande que sea). El doctorado de los sueños de un Girona sin precedentes sigue coleccionando registros inimaginables para un equipo con un objetivo de la permanencia que ha quedado caducado.

Cualquier cosa loca que se te pase por la cabeza puedes llegar a pensar cuando Girona y su equipo juegan a este fútbol que tanto enamora al aficionado y que tanto rédito le está dando. El 2-4 final en el campo del Barça es para levantarse y no parar de aplaudir. No hubo en los últimos lustros en España un club que fuera el dominador de la competición en la jornada 17 a excepción del propio Barça, Real Madrid o Atlético.

Ya no nos sorprende cuando relacionamos las palabras olimpo y Girona. Jugadores como Miguel Gutiérrez o Savinho están demostrando tener un recorrido exponencial. La amenaza de que estos jugadores no continúen en Montilivi la próxima temporada es real, e incluso la existe para este mercado de invierno, aunque desde la directiva confíen en que los jugadores quieran vivir esta gran experiencia que tanto está ilusionando en Gerona. Su proyección en números se eleva hasta los 97 puntos y solo quedan tres jornadas para terminar la primera vuelta. El tiempo dirá cuál es el límite de este equipo. Llegarán momentos de flaqueza y ahí es cuando el Girona debe estar preparado.