Busquets deja el Barça y cierra la época más dorada en la historia del club

Eran pocos nombres del “mejor Barça de la historia” los que seguían al pie del cañón en estos últimos años convulsos para el club azulgrana. Uno de esos pocos era Sergio Busquets. El último de esa generación magnífica de jugadores, que lograron el Sextete dirigidos por Pep Guardiola, disputó 700 encuentros oficiales con el club de su vida, conquistó 31 títulos (serán 32 al final de temporada) y pasó 15 años siendo el mediocentro defensivo titular de uno de los grandes equipos del mundo.

Los números son importantes, pero no lo son todo. El ´5´ del FC Barcelona revolucionó su posición. Dejó de ser visto como un mediocampista recuperador, de amplios recorridos y fortaleza física. Un 5 con un aroma a 10, capacitado para dirigir desde la base, controlando y organizando los ataques y ser el dominador del balón hasta el punto de controlar el ritmo de los partidos.

No solo le bastó con atacar sensacionalmente bien sino que en defensa era el mejor de la clase en su posición. No era un portento físico pero supo entender el juego de la pelota como nadie. Su lectura extraordinaria le permitió saber dónde ubicarse en cada momento. La jugada pedía una acción y él tomaba la mejor decisión para solventar a las mil maravillas cada problema que se le ponía por delante.

Siempre quedarán para el recuerdo esas pisadas y giros elegantes, cargados de finura y hermosura, para sortear a los rivales. Sus amagues con el cuerpo y el amplio abanico de pases serán recordados por siempre en Camp Barça. Sin duda, su influencia y legado van más allá de los triunfos y títulos.

La figura del 5 comenzó a ser renovada con su llegada. Se le exigió más a este tipo de jugador. Busquets solo hay uno y dejará un enorme legado en el club de su vida y en la Selección Española. Pocos jugaron al fútbol como él en el centro del campo. Habrá muchos que reemplazarán al catalán, pero será complicado ver una trayectoria tan impecable, un talento tan especial, un talante dentro y fuera del campo. Siempre dio la cara por los suyos. En los momentos malos y muy complicados siempre estuvo ahí.

Gracias, Busi.